Experimento con cigarrillo electrónico inspira nuevo dispositivo médico

Cuando la madre de Noah Minskoff murió de cáncer de pulmón en 2007, los cigarrillos electrónicos apenas entraban al mercado de Estados Unidos. Minskoff, quien acababa de comenzar en la escuela de medicina en Utah, se preguntaba si el dispositivo pudo haber salvado la vida de su madre ayudándola a dejar el hábito de fumar. Después, envió algunas muestras de cigarrillos electrónicos a su amigo de la infancia Nathan Terry, un ingeniero mecánico, y preguntó por su opinión sobre estos dispositivos.

Terry, quien trabajaba en Alemania para la firma Francesa Areva, desensambló los productos para ver cómo eran fabricados. Lo que encontró lo preocupó: en el corazón del dispositivo se encontraban resistencias para producir calor de calidad desconocida envueltos alrededor de mechas de fibra de vidrio y rodeados de filamentos de acero, silicón, plástico, cinta adhesiva y pegamentos.

Los cables entre la resistencia, los circuitos y baterías estaban conectados con soldadura con plomo y también alojados con cinta adhesiva y plásticos. Todo estaba muy cerca de la fuente de calor, esto significaba que los consumidores estaban en riesgo de inhalar partículas de fibra y metal al igual que fumaradas tóxicas de plástico y plomo calientes.

"Había alertas rojas por todos lados," dijo Terry.

Aun así, le gusto el concepto y decidió diseñar una versión propia, evitando el uso de fibra de vidrio, plástico y soldadura y comprando sus materiales completamente en los Estados Unidos. En 2009 se reunió con Minskoff en California y formaron una compañía, Thermo-Essence Technologies, para vender el nuevo producto.

A $300 dólares la pieza, su cigarrillo electrónico se enfoca en un sector muy específico, uno con seguidores fieles entre los pacientes que usan marihuana medicina y fumadores que buscan cigarrillos electrónicos de alta calidad. 30,000 han sido vendidos.

Pero lo que comenzó como una misión para desarrollar un mejor cigarrillo electrónico se ha convertido en un esfuerzo ambicioso para diseñar un nuevo dispositivo médico: un inhalador que provee dosis reguladas de nicotina para ayudar a la gente a dejar de fumar. La tecnología podría eventualmente también ser usada como un dispositivo anti-abuso para suministrar otras drogas, incluyendo opioides para el dolor.

Si resulta exitoso, el inhalador podría convertirse en el primer producto para dejar de fumar que emerge del campo de los cigarrillos electrónicos y competiría con productos como la goma de mascar con nicotina de GlaxoSmithKline Plc y la droga antitabaco Chantix de Pfizer Inc.

UN INICIO CON FONDOS DE BIOTECNOLOGÍA

Para desarrollar el inhalador, Terry formó una segunda compañía, Minusa LLC, la cual se encuentra en Newtown, Connecticut. Minskoff dejó Thermo-Essence por razones familiares y no está relacionado con Minusa. El mismo Terry está dejando Thermo-Essence, la cual está actualmente siendo vendida, para concentrarse en Minusa.

La nueva compañía obtuvo inversión inicial de Michael Breede, un comerciante de bienes raíces convertido en inversor en biotecnologías cuyo padre sufrió de adicción a las drogas y alcohol y quien está ansioso por ver un dispositivo para la suministración de calmantes a prueba de abusos.

"Este es mi timón," dijo. "Creo que podemos hacer un impacto en este problema"

Cuando Terry desarrolló su cigarrillo electrónico asumió que la FDA, administración de alimentos y medicamentos empezaría a regular la industria, como lo ha hecho recientemente, proponiendo prohibiciones en ventas a menores de 18 años y pidiendo a las compañías sean registradas. Después podría implementar controles y estándares de calidad.

Terry quería crear un producto que pasara cualquier inspección de la FDA. Usó un cable de metal puro envuelto sobre un poste de zirconio de magnesio estabilizado, un material de cerámica de alta durabilidad. En lugar de mallas, cinta adhesiva y plásticos, utilizó cerámicas porosas y aleaciones de grado quirúrgico, y en lugar de partes soldadas las conectó mecánicamente, encajando componentes unos a otros como Legos para completar los circuitos.

Construyó ese diseño para crear su dispositivo administrador de medicamentos, conocido como Envi, un inhalador de uso único, resistente a la temperatura y de dosis medidas.

Envi es del tamaño de un cigarrillo pequeño y viene con uno extra en una caja del tamaño de un paquete de cartas.

La nicotina o el medicamento será proporcionado en un cartucho sellado que el paciente inserta en el inhalador. Para activar el dispositivo, el usuario tendrá que ingresar un código. El inhalador será programado para suministrar una cierta cantidad de medicamento y después apagarse.

Cuando el dispositivo es colocado nuevamente en el paquete, lo cual es requerido después de cada dosis para activarse para la siguiente, información sobre el uso del paciente será descargada y estará disponible para ser consultada electrónicamente por el médico que la recetó.

"Sólo te dejara tomar tu dosis," Dijo Terry. "Registrará tu uso y lo transmitirá en tiempo real, y hará más fácil para el médico monitorizar e interactuar con el paciente."

CONSTRUYENDO UN MEJOR INHALADOR

Terry, de 37 años, quien creció en una granja de productos orgánicos en Ohio con sus padres "hippies" estudió ingeniería mecánica en la universidad de Idaho, enfrenta múltiples retos.

Los inhaladores son típicamente más caros de desarrollar que las píldoras, y asegurar que los pacientes reciban la dosis correcta es más complicado.

"Puedo ver muchas barreras, pero la idea es ciertamente interesante," dijo el Dr. Ben Forbes, Profesor en fármacos en la Universidad King de Londres quien se especializa en medicamentos inhalados.

Debe haber una buena razón para utilizar un medicamento en los pulmones, dijo Forbes. Medicamentos que son inhalados pueden funcionar más rápido que las píldoras, así que un dispositivo que ofrezca un alivio rápido del dolor con un sistema anti abusos sería "brillante" si pudiera ser producido económicamente, agregó.

"Cambios en la tecnología de los inhaladores se han incrementado a través de los años, así que tal vez algo como esto podría ser una opción."

Por lo pronto, grandes compañías del tabaco están desarrollando productos alternativos de nicotina, esperan algún día puedan ser menos dañinos. Algunos de ellos son suministrados a través de inhaladores.

A diferencia del dispositivo de Terry, el cual planea sea regulado por la división de medicamentos de la FDA, estos productos serían vendidos como alternativas menos dañinas a fumar y serían regulados por la división de tabaco de la FDA.

Sin embargo los fumadores que usen estos nuevos productos serán sujetos a intensa investigación por parte de la FDA.

Terry cree que está creando un producto que va a sobrevivir cualquier configuración de mercadeo. Minusa tiene un largo camino por recorrer, y pruebas en humanos podrían estar a un par de años de distancia. Eventualmente planea asociarse con alguna compañía grande de medicamentos.

"Creo que podemos cambiar la manera de suministrar medicamentos."

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