Las tabaqueras apuestan por el cigarrillo electrónico

Las ventas de tabaco convencional bajan, las de cigarrillos electrónicos suben. Sólo faltaba que la industria moviese ficha y ya lo está haciendo.

Parecen cigarrillos normales, se sienten en la mano como cigarrillos normales, saben como cigarrillos normales y, lo mejor de todo, aplacan la abstinencia del fumador como cigarrillos normales. Son los cigarrillos electrónicos, el pitillo definitivo que independizará a los fumadores de las cada vez más restrictivas leyes antitabaco que van implantándose paulatinamente por todos los países del mundo.

Los cigarrillos electrónicos, conocidos en Estados Unidos como eCigs, tienen muchas ventajas con respecto a sus hermanos de la era “analógica”. No producen humo, lo cual franquea a sus usuarios recintos anteriormente vedados como las oficinas, los cines o los restaurantes, y el fumador puede elegir el sabor que prefiere paladear con cada pitillo dentro de una amplia gama que va de la vainilla al café pasando, naturalmente, por el sabor tabaco, el preferido de los fumadores más empedernidos.

Pero donde son imbatibles es en la problemática cuestión de la salud. Lo mejor para nuestro cuerpo siempre será no fumar, pero, puestos a hacerlo, los electrónicos son menos dañinos que los cigarrillos convencionales. Funcionan mediante un sistema de vaporización movido por un pequeño mecanismo. Se introduce dentro del cigarro un cartucho previamente adquirido en la farmacia y se enciende. La batería alimenta un microprocesador que vaporiza la sustancia contenida en el cartucho. Al no haber humo se ha inventado un nuevo verbo: “vapear”, que es como se conoce ya entre los aficionados.

A pesar de que los eCigs llevan una década en el mercado sus ventas masivas están despegando ahora. Sólo en Estados Unidos las ventas de cigarrillos electrónicos y cartuchos de recarga llegaron en 2012 a los 500 millones de dólares y las tabaqueras esperan doblar esa cantidad durante este año. Según un estudio del Centro para la prevención y control de enfermedades de Estados Unidos, dos de cada diez fumadores de cigarrillos convencionales se pasaron a los electrónicos en 2011. En España las ventas de eCigs aumentaron un 70% entre 2010 y 2011, justo cuando entró en vigor la última modificación de la ley del tabaco, una de las más duras del mundo.

Semejantes movimientos en la demanda no podían pasar desapercibidos para la oferta, en este caso para las compañías tabaqueras, que se encontraban en horas bajas desinvirtiendo a marchas forzadas en los mercados de Europa y Norteamérica. Las ventas de cigarrillos en Estados Unidos comenzaron a descender a finales de los años 90 y aún siguen haciéndolo, sólo en el primer trimestre de 2013 se desplomaron más de un 6%.

Y en estas llegó su tabla de salvación en forma de canutillo de plástico o metal con un microchip en su interior. La industria del tabaco se ha volcado en la nueva tecnología. Reynolds, la elaboradora de marcas como Camel o Winston, ya tiene en el mercado el cigarrillo electrónico Vuse y gran parte de su estrategia comercial a medio plazo pasa por él. Este año va a lanzar un nuevo modelo que incorpora un calentador para que el vapor salga templado por la boquilla, y así la experiencia del fumador se aproxime aún más a la que tenía con los cigarrillos de papel. La apuesta de Reynolds por la innovación le ha valido, entre otras bendiciones, disparar el valor de su acción, que se ha duplicado en los últimos tres años.

Imperial Tobacco, multinacional británica que compró la española Altadis en 2008, comunicó a principios de este mes que iba a meterse en el negocio de los eCigs este mismo año. Lo hizo sólo una semana después de que su principal competidor, British American Tobacco, anunciase que iba a desarrollar una gama propia de cigarrillos electrónicos. Su presidente, Richard Burrows, dejó claro el mapa de ruta ante los accionistas asegurando que, “de esta manera los consumidores estarán satisfechos, las salud pública mejorará y nuestro negocio seguirá creciendo”.

Fuente: http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/claves/tabaqueras-apuestan-por-cigarrillo-electronico-20130530

[stextbox id="warning" image="null"]Sin duda la industria de los cigarrillos electrónicos se ha anfianzado y ahora será prácticamente imposible que alguien la detenga, de intentar hacerlo lo único que conseguirían sería un mercado negro que valdría miles de millones de dólares a nivel mundial y que jamás podrían eliminar.

Ahora lo más importante en los próximos años, es que los mismos usuarios de cigarrillos electrónicos exijamos que exista un buen control de calidad y más estudios sobre el vapeo, debemos mantener los ojos muy abiertos ahora que las tabacaleras jugarán un papel muy importante en este mercado.[/stextbox]

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