Estudio respalda la seguridad del Cigarrillo Electrónico

El Dr. Igor Burstyn de la Universidad de Drexel en el estado de Philadelphia, Estados Unidos, realizó un estudio con el propósito de evaluar la química elemental del líquido usado en los cigarrillos electrónicos. Con este estudio se pudieron extraer alrededor de 9,000 observaciones con una gran gama de variabilidad, y según el Doctor "la literatura existente tiende a sobrestimar los riesgos y exagerar sus implicaciones"

Burstyn declara que desde su punto de vista las diferencias en las opiniones son por una parte, debido puramente a la retórica ya que hay algunos casos aislados en los que se ha hecho denuncia del "alto nivel de químicos detectados" erróneamente, ya que "el promedio de exposición que se puede calcular es superior al valor real, ya que faltan los verdaderos ceros."

Sin embargo, si se compara el cigarrillo electrónico con el analógico, los cigarrillos electrónicos son reconocidos por lo general como seguros.

De acuerdo al estudio realizado por Burstyn, son necesarias más investigaciones relativas a los efectos a largo plazo del hecho de inhalar propelinglicol y glicerina en lo que respecta a problemas respiratorios, no obstante, "la exposición de los usuarios a los químicos, por no hablar de los contaminantes, no garantiza una preocupación ya que es probable que haya órdenes de magnitud menor que la exposición experimentada por vapeadores"

Con respecto a los supuestos contaminantes, el "Análisis de la situación actual de los conocimientos acerca de la química de los líquidos y aerosoles asociados con los cigarrillos electrónicos" ha indicado que no existen pruebas de que el inhalar el vapor de cabida a la exposición a los contaminantes que puedan propiciar problema de salud alguno, mismos que están establecidos en las normas que garantizan la seguridad en ambientes laborales.

De este estudio se pueden extraer algunas conclusiones destacadas, como son:

1.- No existe mayor preocupación con respecto a los contaminantes como los compuestos orgánicos volátiles (formaldehído, acroleína, etc) en el líquido producto del calor. A pesar de que dichos contaminantes están presentes, sólo han representado niveles significativos en unos pocos estudios, mismos que se basan en niveles muy poco realistas en el aspecto de la calefacción, es decir al momento de aplicar calor al líquido.

2.- Las Nitrosaminas específicas del tabaco (TSNA) se encuentran presentes en cantidades que no representan amenaza alguna para la salud y que no causan ningún riesgo que sea posible medir relativo al cáncer.

3.- La contaminación derivada de los metales no representa ningún riesgo para la salud, y las afirmaciones que han producido alarma con relación a dichos contaminantes, se basan sólo en suposiciones irreales relativas a la forma molecular de estos elementos.

El estudio completo está disponible para su lectura desde el sitio web de la Universidad de Drexel desde este enlace o pueden encontrarlo insertado a continuación:

Comentarios