España: Se reduce el número de tiendas de Cigarrillos Electrónicos

Los puntos de venta de cigarrillos electrónicos se han reducido alrededor de un 30% en la Comunitat Valenciana, donde a principios de 2013 se disparó la apertura de establecimientos de este producto y se podían encontrar varios locales en la misma calle.

La reducción comenzó a notarse en octubre y fue a finales de año cuando se produjo "la gran caída", según ha explicado a EFE el presidente de la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE), Manuel Muñoz.

En la actualidad existen abiertos unos 500 puntos de venta en esta comunidad, desde los 700 con que llegó a contar, y desde principios de año han cerrado entre 20 y 30 establecimientos debido a la propia "criba" del sector, según los datos de ANCE, que representa al 70 % del sector en la comunidad.

Hace algo más de un año la Comunitat Valenciana se convirtió en una de las dos autonomías, junto con Cataluña, donde más rápido se extendió la apertura de puntos de venta de cigarrillos electrónicos, pero muchos de ellos, según Muñoz, no se podían considerar tiendas porque no estaban enfocadas a la venta profesional y además estaban ubicadas dentro de otros negocios.

El propio sector ha hecho "una criba" y han cerrado puntos de venta que vendían el producto como un complemento al negocio principal, otros que no pudieron soportar la fuerte competencia que creó la proliferación y "muchos" que no eran profesionales.

No obstante, reconoce que la venta de cigarrillos electrónicos no deja de ser una actividad profesional más y gracias a ella muchas personas han podido trabajar mediante el autoempleo.

Muñoz augura que todavía cerrarán más establecimientos, una vez se disponga de una regulación en el sector. "Cualquier puede abrir, no necesita ningún tipo de licencia, y eso hace mucho daño al sector y sobre todo da lugar a confusión y error porque hay personas que compran mercancía de dudosa calidad y a precios muy bajos", explica.

"Esto hay que erradicarlo y conseguir que el punto de venta cumple con un mínimo requisito de garantía" para que el producto que se vende sea de calidad, ha manifestado.

Según Muñoz, la falta de profesionalidad ha provocado problemas al sector y al consumidor, que necesita asesoramiento y que le transmitan toda la información antes de comprar.

El precio medio de un cigarrillo, con "controles y garantías", puede ser de entre 25 y 30 euros, mientras que existen establecimientos que venden un kit promocional de cigarrillo más líquido por 9,90 euros, algo "imposible", en su opinión.

En la Comunitat la facturación de los 500 puntos de venta asciende a 3,9 millones de euros, lo que la sitúa en segundo lugar por detrás de Andalucía, con 580 puntos y 4,5 millones.

En este volumen hay que tener en cuenta el gran número de distribuidoras mayoristas de cigarrillos electrónicos que existe en la zona.

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