Equiparar el uso del e-cig al tabaco sería un error monumental de salud pública

La Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) señala como "despropósito" la probable prohibición del uso de los cigarrillos electrónicos en los lugares públicos cerrados, como lo plantea una enmienda al proyecto de Ley de Segunda Oportunidad, que pretende equiparar el uso de los e-cigs al del tabaco normal.

El sector espera que se reconsidere la propuesta y quiere colaborar con el Gobierno para reforzar la normativa actual, "desde el consenso", alineándose con la Directiva Europea que le da una categoría propia al cigarrillo electrónico.

"Esperamos que el Gobierno recoja el guante que le ofrecemos", comenta Alejandro Rodríguez, presidente de la patronal del cigarrillo electrónico.

La propuesta no hace sentido para la ANCE ya que "el cigarrillo electrónico no emite humo, no tiene tabaco, no genera combustión, y no hay evidencia disponible, como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que suponga un riesgo a terceros".

"Tanto la UE, como los países a la cabeza en lucha anti tabáquica, entienden que el cigarrillo electrónico no debe equipararse al tabaco y plantean regulaciones adaptadas al mismo. Sólo Malta equipara legalmente ambos productos", declaran desde ANCE.

Para la asociación, la medida acabaría con el sector "en el momento en el que está resurgiendo de forma estable y profesionalizada generando empleo". Estiman que de llevarse a cabo, la medida provocaría el cierre del 80 por ciento de las tiendas, en su mayoría pequeñas y medianas empresas.

"Si desde el Gobierno se transmite a la sociedad que el 'e-cig' es igual que el tabaco, ¿por qué un fumador se pasaría al vapeo? Sería un error monumental de salud pública y además, el fin del sector en España", señala Rodríguez, quien asegura que está demostrado que el cigarrillo electrónico es un 96 por ciento menos perjudicial que el tabaco.

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