Cigarros electrónicos ganan popularidad

Ahora el tema en Estados Unidos es cuán riesgosos son, si son legales y si deben ser regulados

Galen Kipe no se ha fumado un cigarrillo en más de tres meses. Kipe no pudo abandonar el hábito de 17 años con parches de nicotina ni goma de mascar, dejó a un lado sus Marlboro mentolados por cigarrillos electrónicos, que parecen de verdad y le dan su nicotina, pero no contienen tabaco.

''Es lo más cercano a lo que estaba haciendo antes'', dijo el trabajador siderúrgico de 34 años. ''Aún tengo la nicotina, pero sin sentir los efectos secundarios negativos. No puede ser peor que los cigarrillos de verdad''.

A medida en que se vuelven más populares, los cigarrillos electrónicos se han vuelto además el centro de una batalla sobre cuán riesgosos son, si son legales y si deben ser regulados.

Los cigarrillos electrónicos están hechos de plástico y metal y calientan una solución líquida de nicotina en un cartucho desechable, creando un vapor que el fumador inhala y al cigarrillo le brilla una diminuta luz en la punta.

Casi 46 millones de estadounidenses fuman cigarrillos tradicionales. Aproximadamente 40% de ellos tratan de abandonar el hábito o usan otro reemplazo con nicotina cada año, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Pero a diferencia de los parches o las gomas de mascar, los cigarrillos electrónicos operan en un área legal ambigua.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y grupos de salud pública han hecho sonar la alarma, diciendo que esos cigarrillos contienen sustancias químicas peligrosas y están siendo promovidos para niños, y la agencia federal suspendió los embarques de esos cigarrillos en puertos de todo el país.

Algunos vendedores de cigarrillos electrónicos demandaron a la FDA el año pasado luego que la agencia instruyese a las autoridades aduanales a negarle la entrada de los embarques a Estados Unidos. Un juez federal falló que la FDA no puede frenar esos embarques, diciendo que la agencia había excedido su autoridad.

La FDA apeló el fallo, y ganó una suspensión temporal del veredicto, en espera que argumentos orales.

El organismo dice que tiene la autoridad para regular los cigarrillos electrónicos como medios de distribución de drogas, y que los fabricantes deben demostrar por medio de pruebas clínicas que no son peligrosos y que son efectivos como ayuda para dejar de fumar.

Los vendedores de cigarrillos electrónicos en todo el mundo quisieran que fuesen regulados como producto de tabaco, lo que permitiría seguir las mismas restricciones de los cigarrillos tradicionales.

Varios estados han tratado de prohibir la venta de esos productos. Un importante distribuidor ha acordado cesar las ventas en Oregon luego de una demanda presentada por el estado. El senador demócrata por Nueva Jersey Frank R. Lautenberg le escribió en mayo a la FDA pidiéndole que los cigarrillos sean sacados del mercado hasta que la agencia examine si son dañinos o no.

Usuarios y distribuidores dicen que los cigarrillos electrónicos lidian tanto con la nicotina como con el aspecto de comportamiento del hábito de fumar ( agarrar el cigarrillo, inhalar, ver el humo salir y los gestos de las manos) sin el perjuicio de las más de cuatro mil sustancias químicas encontradas en los cigarrillos tradicionales.

''Cuando uno habla de un producto que es esencialmente la ruleta rusa y la alternativa es mucho mejor, uno puede imaginarse que los fumadores están muy felices'', dijo Jason Healy, presidente del fabricante de cigarrillos electrónicos Blu Cigs, de Charlotte, Carolina del Norte. ''Hasta ahora, la alternativa era dejar de fumar o morirse''.

Vendidos inicialmente en el mundo en el 2002 como una alternativa a cigarrillos regulares, los cigarrillos electrónicos no se volvieron ampliamente disponibles en Estados Unidos hasta finales del 2006. Ahora, la industria ha crecido de miles en el 2006 a varios millones en todo el mundo, con aproximadamente de 20 mil a 30 mil nuevos usuarios cada semana, dice Healy, cuya compañía espera tener ventas por 30 millones de dólares este año.

Muchos fumadores como Kipe dicen que notan que pueden oler y saborear mejor y duermen más profundamente. Además, las ropas, auto y aliento no les huelen a cigarrillo.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/722504.html

Como yo ya lo había dicho antes, esto será el futuro, dentro de algunos años nadie fumará, la cantidad de nuevos vapeadores se incrementa a pasos agigantados, entre 20 mil y 30 mil nuevos vapeadores por semana es una cifra de verdad inmensa, esto quiere decir que por mes entre 80 mil y 120 mil personas cambian fumar por vapear y al año, a este ritmo, serían entre 960 mil y 1 millón 440 mil, aunque lo mas probable es que con el tiempo el incremento sea muchísimo mayor.

Es lógico pensar que las compañías farmacéuticas tengan un miedo inmenso de perder ese 40% de fumadores que intentan dejar de fumar una y otra vez utilizando sus productos y es lógico también pensar que si esta batalla legal librada en USA se inclina a favor de clasificar a los cigarrillos electrónicos como un producto del tabaco, las tabacaleras saltarán al negocio de inmediato, haciendo que aún mas personas se pasen de fumar a vapear.

Con esas cifras de personas cambiándose de fumar a vapear, desde mi punto de vista, me parece imposible que alguien pueda parar esta revolución, si se atreven a prohibirlo solo crearán un mercado negro que seguirá creciendo a pesar de todo.

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