Cigarrillo electrónico es un 95% menos dañino que el tabaco, afirma la agencia de salud inglesa

En el estudio dado a conocer por el Servicio de Salud Pública de Inglaterra (PHE), se asegura que los cigarrillos electrónicos son mucho menos perjudiciales que los de tabaco.

Las organizaciones de salud buscan una solución eficiente al grave problema del tabaquismo que en Reino Unido provoca la muerte de 100,000 personas al año, a pesar de que el consumo de tabaco está en uno de sus niveles más bajos, es todavía la principal causa de muerte previsible en Inglaterra.

Aunque los cigarrillos electrónicos no son totalmente inocuos, representan una marcada diferencia al compararlos con el tabaco tradicional. The Guardian ha publicado una gráfica en la que se muestra el daño relativo que producen los productos que contienen nicotina, situando a los cigarrillos de tabaco en primer lugar con el 99.6% de los daños, mientras que los cigarrillos electrónicos alcanzan una cifra según esta gráfica del 3.4% solo por encima de los métodos tradicionales para dejar de fumar que a su vez en otros estudios se ha comprobado que son mucho menos efectivos que los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar.

Riesgos relativos de productos con nicotina.

Los resultados de este estudio representan un importantísimo paso para que los e-cigs formen parte de los medicamentos recetados como tratamiento para combatir el tabaquismo, al asegurar que son hasta 95% menos dañinos que el tabaco tradicional, es de esperarse que sean vendidos como sucede con los parches, pastillas y gomas de mascar con nicotina y que serán regulados para que cumplan con estándares de calidad apropiados para el consumidor.

Otros resultados de este estudio indican que cerca de 2.6 millones de ingleses se han cambiado al cigarrillo electrónico para dejar de fumar, además, echa por tierra la creencia de que los cigarrillos electrónicos sirven como puerta de entrada a los jóvenes para que después consuman tabaco, ya que el estudio menciona que entre los jóvenes y adultos que han probado el cigarrillo electrónico, menos del 1% se habrían convertido en consumidores de tabaco.

También se menciona que se necesita seguir estudiando las posibles consecuencias a largo plazo, ya que en este aspecto sigue habiendo falta de evidencia, así como los riesgos de los saborizantes que son empleados por algunas marcas de e-cigs.

Las estimaciones de la PHE aseguran que si los 8 millones de fumadores británicos dejaran el tabaco y se pasaran al e-cig, cerca de 75,000 vidas se salvarían por año.

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