Andalucía investiga si hay fraude en los cigarros electrónicos

La Consejería de Salud de Andalucía estudiará los componentes y el funcionamiento de los cigarrillos electrónicos para evitar posibles fraudes o efectos adversos para la salud y corroborar que cumplen con lo que prometen al consumidor. Los análisis de realizarán en el Laboratorio de Tabaco de la Junta de Andalucía, donde ya se hizo un estudio pormenorizado de la composición de los cigarrillos convencionales.

Los responsables de la Consejería andaluza llevaban tiempo sopesando la posibilidad de analizar estos productos, contra los que se han pronunciado algunos estudios científicos publicados en los últimos meses. Pero la decisión se ha adoptado esta semana tras hablar con la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFYC), que ha mostrado su preocupación por el auge de estos cigarrillos, que se venden como un remedio contra la adicción al tabaco. Según datos de Cofares, primera empresa de distribución farmacéutica española, hasta finales de noviembre las farmacias dependientes de este grupo (el 25% del total) estaban vendiendo 200 unidades al mes de las cuatro marcas bajo las que se comercializan en España estos cigarrillos, mientras que en estos momentos han pasado a vender 2.000.

Terapia sustitutiva

En España no existe una legislación que regule los cigarrillos electrónicos, pero Salud cree que algunas marcas pueden estar aprovechando ese vacío legal para engañar al consumidor. Uno de los fraudes que sospecha Andalucía es que, aunque estos dispositivos no llevan tabaco, algunos sí que contienen nicotina que, durante la inhalación, es absorbida por el organismo. Si se detecta esta práctica, se solicitará a la Agencia del Medicamento que regule su venta para equipararla a la de terapias sustitutivas como los chicles o los parches de nicotina.

Según explicó ayer la Junta de Andalucía este procedimiento obligaría a los fabricantes a demostrar la eficacia del cigarrillo electrónico como fármaco, además de a hacer constar los efectos adversos y las contraindicaciones.

En los casos en los que los cartuchos de carga que incorporan los cigarrillos no contengan nicotina, no sería necesaria la autorización, pero la Consejería andaluza asegura que va a analizar también su composición para comprobar que se adecuan a lo que anuncian los fabricantes y que no perjudican la salud.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Andalucia/investiga/hay/fraude/cigarros/electronicos/elpepisoc/20110113elpepisoc_4/Tes

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Me parece muy bien que hagan todos los estudios necesarios para comprobar si los cigarrillos electrónicos causan daños a la salud o no, aunque hasta el momento a nivel mundial las autoridades no se ponen de acuerdo y tienen la mente completamente cerrada, su principal error es no comparar los riesgos de un cigarro normal con los posibles riesgos de un cigarrillo electrónico, a esta filosofía se le llama "Harm Reduction" y parte de la base de que lo más importante no es encontrar soluciones 100% inocuas (ya que nada lo es) sino encontrar soluciones que reduzcan lo mas posible los riesgos.

Espero que los estudios que realicen sean con el único y puro fin de proteger la salud y no salgan con una rimbombante rueda de prensa anunciando que los cigarrillos electrónicos contienen cancerígenos sin decir que cantidades contienen o algo parecido a esto que dijo la FDA.

Hay que estar muy atentos para conocer los resultados y analizarlos a fondo entre todos.

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